“Corral de Bustos es un caso raro” Dijo alguien alguna vez. Y no es así, no es un caso… ni es raro. Es simplemente una ciudad, con gente que trabaja, con gente que se divierte, con gente que vive… con gente que sueña.
Y esa gente que tiene sueños… con un poco de locura y otro tanto de bohemia, es la que muchas veces, más allá de los logros materiales, de renegar un poco del camino cotidiano, y con una pizca de fe y coraje, le impone a la semilla de los sueños la obligación de parir frutos que sirvan de alimento a toda la comunidad.
Por esa gente dieron a luz los caminos del progreso y el arte, tejiendo sinfonías de colores en telas, o dejando entre sudores personajes de ficción sobre el tablado de un teatro.
Por esa gente también se evaden, de vez en cuando los duendes entre la música, y le crecen alas en las manos de algún que otro poeta.
Quizás son ellos los hijos de aquellos soñadores, que hace años se descolgaron con un montón de ilusiones, buscando tierras para clavar su arado haciendo un alto en el paraje listo de este sudeste cordobés.
Esa misma gente soñadora fue la que creó la Asociación Bomberos Voluntarios de Corral de Bustos-Ifflinger, siendo sus fundadores los señores: Buffa Víctor, Torres Enrique, Casu Juan Andrés, Bressan Delfor, Marín Héctor, Svat Osvaldo, Godoy Ramón, Moriconi Norberto, Delgado Francisco, Lozano Héctor, Petrocelli Eduardo, Giménez Telémaco Ricardo, Torres José y Gerbaudo Eduardo.
Por esos sueños… y nuestras ganas inmensas de soñar con frutos cosechados para todos, en este pueblo que dicen que es ciudad y no es un caso raro… bienvenidos a soñar… y a compartir...