Pelean contra el fuego pero también pelean contra casi todo lo demás: mal equipamiento y autobombas con poco mantenimiento. Pero hay algo, dicen, que los lleva a no abandonar esta vocación. Quizás por eso, para los argentinos, los bomberos son los trabajadores más respetados, de acuerdo a los datos de una ENCUESTA global. En el ranking, figuran con un 92% de aprobación, seguidos por doctores, enfermeras, farmacéuticos y maestros, también con altos valores según la estimación general de los argentinos. El estudio se hizo a nivel global y el reconocimiento a los bomberos es igual en casi todas partes del mundo.

"Es una caricia a las ganas y a la voluntad”, dijo ayer a Clarín Antonio Cette, director del cuartel de Bomberos Vuelta de Rocha, en La Boca. Este cuerpo de bomberos sufrió en febrero la pérdida de dos compañeros en el trágico incendio de Barracas, en un depósito de la empresa Iron Mountain. “Esa es una herida abierta. Seguimos haciendo el duelo y recordándolos cada día. Cada uno lo lleva como puede, pero de alguna manera este reconocimiento es algo muy lindo. Nosotros nos dedicamos a esto porque sentimos las ganas de ayudar a la comunidad. Eso es un motor muy fuerte para dedicarse a una actividad que le quita muchas horas a nuestras vidas”, dice.

Ser bombero es una de las profesiones más estresantes y con condiciones de trabajo extremas, según un análisis de la Organización Internacional del Trabajo. La exposición a las altas temperaturas, a gases tóxicos y a sustancias irritantes termina afectando la salud de los bomberos y deja consecuencias para la salud.

En Capital Federal hay 4 cuarteles de bomberos voluntarios (Vuelta de Rocha, La Boca, Soldati y San Telmo) y 11 cuarteles y 6 destacamentos profesionales, que dependen de la Policía Federal. Y en todos ellos un denominador común: una vocación capaz de superar cualquier adversidad.