El incendio que se inició a mediados del mes de noviembre y afectó una amplia región del departamento Minas, en el noroeste provincial, finalmente pudo ser contenido por la tarde del jueves 23.
En el transcurso de los días, en la zona de Guasapampa, se sumaban condiciones de alto riesgo para el inicio y propagación del fuego, la rotación del viento, las elevadas temperaturas superiores a los 30 grados, la baja humedad y ausencia de lluvias, agravaban el cuadro en reiterados casos.
Nuevamente, se destacó el trabajo profesional de nuestros más de 170 bomberos, quienes enfrentaron este siniestro durante cada una de las jornadas, evitando que las llamas alcancen al paraje de Sauce Grande cercano al pueblo de Ciénaga del Coro, entre otros.
El operativo era más complicado aún, dado que sin agua disponible en el lugar, dependían solamente de los camiones cisterna para la carga de los aviones y las mochilas de los bomberos.
El miércoles 22, se incorporaron 60 bomberos de Santa Fe, para asistir el recambio y finalmente en la tarde del jueves, se entró en fase de guardia de cenizas, para controlar los "puntos calientes" en la amplia superficie afectada y evitar así posibles reinicios.
Este incendio que se constituyó en el más extenso del año en la provincia de Córdoba, dejó una superficie quemada de 10 mil hectáreas, en la zona de las sierras de Guasapampa, con el agravante de que la mayor parte pertenece al bosque nativo.
Con este lamentable resultado, ascendió aproximadamente a 35 mil hectáreas, la superficie total quemada en 2017, constituyéndose en el peor saldo de los últimos cuatro años.